Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha

Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha se convirtió en el Príncipe Consorte de Inglaterra cuando, a través de un matrimonio concertado que ambos aceptaron gustosamente, se casó con la Reina Victoria. Ella misma dijo de él que era “el hombre más guapo” cuando le conoció. Aunque no fue bien recibido entre los ingleses de la época, años más tarde demostró ser un buen rey consorte, sobre todo dentro de su familia, pues era él quien cuidaba de todo y todos.

De ascendencia alemana, Alberto pertenecía al canon de belleza vigente en la época victoriana: piel blanquecina, ojos claros, cabello bien cuidado y bigote y patillas largas. Siempre ha sido retratado con una nariz algo larga, ojos grandes y boca más bien pequeña.

Pero si el Príncipe fue innovador en algo fue en moda, ya que fue él quien comenzó a utilizar las levitas en actos oficiales, poniéndola así de moda en la corte. De hecho, un tipo de levita recibe su nombre por este motivo.

CABELLO

Siempre ha sido representado con el cabello corto y peinado, dejando su rostro al descubierto. Con la raya a un lado y el resto del cabello pegado al cráneo, dejaba ver las patillas largas y frondosas que se lucían en la época, además del bigote que también estaba de moda.

¿POR QUÉ ES HIJO DE LEDA?

Los ingleses eran reacios a aceptar un rey consorte alemán, y a Alberto le costó unos años sentirse aceptado al 100%. Muy interesado en la ciencia y las artes, tuvo la idea de crear la Exposición Universal en Londres, donde se exhibieron los productos elaborados, materias primas, máquinas, muebles y esculturas de todo el Imperio Británico y de cada país que quisiera participar.

Algunos historiadores afirman que victoria era bastante fría y distante en cuanto a su familia se refiere, y que era Alberto quien cuidaba de sus hijos y se quedaba a un lado en cuestiones de estado. Otros, en cambio, aseguran que Alberto manipulaba a su mujer para poder participar y tener el control del país mientras ella sufría depresiones post-parto y se lamentaba por su país.