Caterina poseía una belleza que entraba dentro del cánon renacentista: piel muy clara y sonrosada (la piel morena era propia de los campesinos, puesto que trabajaban en el campo y se les oscurecía la piel), ojos y cabello claros, frente muy despejada y cejas prácticamente inexistentes. En esta época las mujeres retrasaban el nacimiento del cabello unos centímetros para despejar la zona intelectual del rostro, de esta forma añadían valor a sus conocimientos y su inteligencia.
CABELLO
La italiana lucía un cabello acorde con las tendencias de la época: división en el centro con un recogido en la altura de la nuca. Además, dejaban sueltos unos mechones junto a la oreja. No adaptaban el peinado al rostro, ni buscaban que fuera favorecedor.
Algo importante, como ya he mencionado anteriormente, era que el nacimiento del cabello fuera bastante atrás en cuanto a la frente se refiere, puesto que estaba considerado un signo de inteligencia.
MAQUILLAJE
El maquillaje de la época buscaba dar aspecto de buena cara, aunque utilizando productos que aclararan la tez y sonrosaran las mejillas y los labios. De esta forma, remarcaban el hecho de ser de la nobleza, puesto que daban a entender que no trabajaban en el campo y por eso su piel no se ponía morena.
¿POR QUÉ ES HIJA DE LEDA?
Debido a que luchó por que su hijo heredara los títulos de nobleza de su padre, o se enfrentara a la familia más influyente de Italia, la apodaron “La diablesa encarnada” o “virago cruelísima”.
Fue la primera mujer en escribir un libro sobre belleza, cosmética, y alquimia, que eran sus pasiones (además de enfrentarse a quien tuviera delante). Esto se dio en un momento social en el que la higiene era nula y se presumía de ello, por lo que los religiosos la tacharon de hereje. A pesar de ello, siguió estudiando la alquimia hasta el momento de su muerte.
